180 likes | 432 Views
AÑO PAULINO. PABLO DE TARSO, UN GIGANTE DE LA FE SU VIDA ES LA PRUEBA CONTUNDENTE DE CÓMO EL ENCUENTRO CON JESÚS, TRANSFORMA LA EXISTENCIA HUMANA. Nació en Tarso de Cilicia (Turquía). Probablemente en el año 8 d.c. Familia judía con ciudadanía romana.
E N D
AÑO PAULINO • PABLO DE TARSO, • UN GIGANTE • DE LA FE • SU VIDA ES LA PRUEBA CONTUNDENTE DE CÓMO EL ENCUENTRO CON JESÚS, TRANSFORMA LA EXISTENCIA HUMANA.
Nació en Tarso de Cilicia (Turquía). • Probablemente en el año 8 d.c. • Familia judía con ciudadanía romana. • Su nombre judío: Saulo. • Su nombre romano: Pablo o Paulo. • Aprendió el oficio de fabricante de tiendas de campaña y vivió de él. • Estudió en Jerusalén con el rabino Gamaliel. • Se adhirió al grupo de los FARISEOS. • Hablaba arameo, hebreo y griego.
No conoció personalmente a Jesús. • Consideraba a sus seguidores como herejes (respecto del judaísmo), y los perseguió con dureza. • Estuvo presente en la lapidación del diácono Esteban (Hechos 8, 1).
Tuvo una experiencia de encuentro con Jesús, en el camino de Damasco (Hechos 9, 1-31). • Jesús crucificado y resucitado se convirtió en el centro de su vida. • Entendió que Jesús mismo le encomendaba anunciar el Evangelio a los gentiles. • Realizó tres viajes misioneros y estableció comunidades cristianas en muchas ciudades del Imperio Romano.
En el cuarto viaje fue llevado a Roma, para ser juzgado. • Permaneció preso en Roma 4 años, con alguna libertad para seguir predicando. • Durante toda su vida sufrió persecusiones. Lo dice en sus cartas. • Murió decapitado en el año 67, bajo el imperio de Nerón. • Su sepulcro está en la Basílica de San Pablo Extramuros
DISCÍPULO Y MISIONERO DE CRISTO • Tiene una conciencia clara de su condición de apóstol: “¡AY DE MÍ SI NO EVANGELIZO!” (1 Corintios 9,16) • Funda comunidades: la fe se vive con los otros. • Nombra responsables de la catequesis. • Escribe cartas que se copian y se distribuyen, para la formación de los cristianos, la preservación de la fe, y el estímulo de las comunidades. • Su Carta a los Tesalonicenses es el primer escrito del Nuevo Testamento.
Es una persona abierta, dinámica, generosa, apasionada, de carácter fuerte, a la vez sensible y protector . Nada lo frena en su empeño de anunciar el Evangelio: ni la enfermedad, ni el rechazo, ni el peligro, ni las cadenas.
TEOLOGÍA DE PABLO • No escribió tratados de Teología. Hizo Teología al responder a las dudas y necesidades de las comunidades que se le encomendaban • Los temas más importantes de su predicación son: • 1. Jesús, 2. El Espíritu Santo, 3. La Iglesia.
El centro de su mensaje es Cristo muerto en la cruz por nuestros pecados, y resucitado por Dios Padre. • ”Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores; y el primero de ellos soy yo” (1 Timoteo 1, 15) • Afirma que la salvación nos viene de la fe en Cristo. No es producto de nuestros méritos personales. • “El justo vivirá por la fe” (Romanos 1, 17)
Dios nos llama a ser imagen de Jesús, su Hijo, como Jesús es imagen suya. “A los que de antemano conoció, ltambién los llamó a ser imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos” (Romanos 8, 29) • Ser cristianos es “revestirnos” de Cristo, “sumergirnos” en él y compartir su vida y su muerte, para llegar con él también a la resurrección. • “Todos se han revestido de Cristo, pues todos fueron entregados a él por el bautismo” (Gálatas 3, 27)
La Iglesia es el nuevo pueblo de Dios, sucesor y heredero del pueblo de Israel. • En este nuevo pueblo de Dios no hay distinción de personas. • “Ya no hay diferencia entre judío y griego, entre esclavo y hombre libre; no se hace diferencia entre hombre y mujer, pues todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús” (Gálatas 3, 28)
La Iglesia es el Cuerpo MÍSTICO de Cristo. Cristo es la cabeza y nosotros somos sus miembros. Símil del cuerpo: 1 Corintios 12, 7-11 • En la Iglesia, cada persona es miembro de Cristo, y extensión de su presencia en el mundo. • Los cristianos somos responsables de llevar el Evangelio de Jesús, a todos las naciones de la tierra. “¿Cómo invocarán al Señor sin haber creído? Y ¿cómo podrán creer si no han oído hablar de él? Y ¿cómo oirán si no hay quién lo proclame?” (Romanos 10, 14)
La fuerza vital de la Iglesia y de cada cristiano, es el Espíritu Santo, Espíritu de Jesús resucitado. “Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo” (Gálatas 4, 6) • El Espíritu Santo: Nos hace hijos e hijas de Dios. Nos mueve a obrar el bien. Nos enseña a orar. • “Nadie puede decir: ¡Jesús es el Señor!, sin el don del Espíritu Santo” (1 Corintios 12, 3)
El Espíritu Santo: Nos enseña a amar, armonizándonos con el corazón de Jesús que ama a todas las personas. Nos mantiene unidos Fortalece nuestra fe y nuestra esperanza. “El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz...” (Gálatas 5, 22-23)
San Pablo es un creyente auténtico, porque fue capaz de manifestar a los hombres de su tiempo – y de todos los tiempos –, en medio de muchas dificultades de todo orden, la profundidad y la autenticidad del mensaje de Jesús. “Todo lo puedo en aquel que me conforta” (Filipenses 4, 6)
Pidamos a san Pablo que nos ayude a revitalizar nuestra fe cristiana, y a comprender el papel que tenemos en la Iglesia y en el mundo, como discípulos y misioneros de Jesús.