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LA IGUALDAD. Parece que es algo en lo que todos estamos de acuerdo. Todos queremos ser tratados correctamente porque nos sentimos, y somos de verdad, iguales unos de otros.
E N D
Parece que es algo en lo que todos estamos de acuerdo. Todos queremos ser tratados correctamente porque nos sentimos, y somos de verdad, iguales unos de otros.
De las cosas que más nos molestan es ver distinciones, privilegios, honores, etc en algunas de las personas de nuestra sociedad.
Poco a poco vamos consiguiendo que todo eso vaya desapareciendo. Son cosas que tiempos pasados.
Por supuesto que somos únicos y queremos un trato personalizado por ser únicos
Entonces resulta difícil entender las diferencias y desigualdades que se dan en nuestra sociedad: hombre y mujeres, jóvenes y adultos, ricos y pobres, políticos y ciudadanos de a pie. No digamos de los colectivos de minorías.
Es verdad que somos iguales. Pero hay que reconocer que no somos tratados de forma igualitaria ni en la Hacienda pública, ni en la sanidad, ni en la educación, ni en la familia…
Habrá pues que reconocer que es necesario un esfuerzo grande por aceptarnos todos sin hacer distinciones de raza, cultura, orientación sexual, religión, y todo lo demás.
Será verdad cuando lo veamos en los trabajos, en las diversiones, en la vida cotidiana.
La igualdad real se nota en el trato, en el respeto, en el cuidado que ponemos con los demás.