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¡Hay mil razones! ¡Paremos el TAV!. 10 de junio Manifestación en Donostia A las 17:30 desde Anoeta. El TAV no es un tren convencional.
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¡Hay mil razones! ¡Paremos el TAV! 10 de junio Manifestación en Donostia A las 17:30 desde Anoeta
El TAV no es un tren convencional Tiene forma de tren, pero compite con el avión en lo que se refiere a distancias, paradas y consumo de energía. De hecho, prácticamente se trata de un avión que va por tierra.
El TAV ocasionará daños irreparables al medio ambiente Efecto barrera; brutal impacto sonoro (perjudicial para la salud hasta 250 metros a ambos lados de la vía); brutal impacto visual; ocupación de tierras (400 has. tan sólo el trazado de la vía); desregulación hidrológica (destrucción de más de 31 km. de acuíferos); aumento del consumo energético (consume 6 veces más que el tren convencional); infinidad de escombreras (se generarán 15.000 metros cúbicos de sobrantes por cada km. de vía); afección a ecosistemas de gran valor natural (reservas naturales de Aizkorri-Aratz y Aralar); afección directa a alrededor de 12.500 especies de animales y plantas catalogadas en Hego Euskal Herria…
El TAV provocará la disminución del gasto social El TAV es la mayor y más cara infraestructura jamás proyectada. Su presupuesto ronda los 6.000 millones de euros, es decir; el presupuesto del Departamento de Vivienda del Gobierno Vasco para 33 años. Lo pagaremos entre todos, pero, en función de los recorridos y el precio del billete previstos, tan sólo podrán utilizarlo unos pocos. Por el contrario, con ese dineral se podría financiar un transporte público de calidad para el conjunto de la población, así como responder a muchas otras necesidades sociales. El TAV acaba con el concepto de transporte ferroviario como servicio público y universal.
El TAV no solucionará los graves problemas de tráfico existentes Nos dicen que el TAV retirará 1.000 camiones de las carreteras. Sin embargo, no nos dicen que actualmente son más de 11.000 los camiones que circulan diariamente por las mismas y que serán 16.000 los que lo hagan dentro de tres años. Por el contrario, el TAV forma parte de un gigantesco plan de infraestructuras que incluye autopistas, superpuertos, plataformas logísticas y un largo etcétera, y cuyo objetivo no es otro que el incremento del transporte de mercancías como negocio.
El TAV no une, separa El TAV acerca lo lejano, pero aleja lo cercano. El TAV no sirve para el transporte de cercanías: sólo tendrá paradas en las capitales, por lo que desatenderá los desplazamientos intracomarcales (97% del total de desplazamientos diarios). Viajarán antes de Madrid a París, pero no acercará los pueblos y comarcas que atraviesa. Por el contrario, los destrozará sin contrapartida alguna y causará graves afecciones al modo y calidad de vida de sus habitantes.
El TAV acentuará la debacle de la agricultura y el desequilibrio territorial El TAV ocasionará graves perjuicios a la agricultura en particular (en Gipuzkoa desaparecerán 8 zonas agrarias protegidas) y al modo y calidad de vida del medio agro-rural en general. El TAV incrementará la migración hacia las ciudades y la centralidad de las mismas en detrimento del medio agro-rural. El TAV acentuará la división campo-ciudad.
El TAV es sinónimo de precariedad laboral y deslocalización El TAV es un instrumento que, siguiendo el dictado de las multinacionales, pretende incrementar la movilidad de personas y mercancías. Tanto el TAV como el conjunto de grandes infraestructuras de transporte están directamente relacionadas con la internacionalización de los mercados y la economía y, por lo tanto, con el incremento de la precariedad laboral y la deslocalización.
El TAV es el paradigma del neoliberalismo y el capitalismo El TAV es un ejemplo paradigmático del modo de producción, modelo de sociedad y modo de vida basados en la producción sin límite, las desigualdades sociales y el consumo desenfrenado. El TAV es ejemplo del modelo de “desarrollo” que acumula poder y riqueza en manos de unos pocos a costa de condenar a la eventualidad, inestabilidad y precariedad a la mayoría. El TAV es ejemplo del modelo de “democracia” que despoja de la palabra y la decisión a la ciudadanía y concentra toda capacidad de decisión en manos de los políticos profesionales.
El TAV es sinónimo de imposición Están desarrollando el proyecto del TAV sin transparencia informativa alguna y a espaldas de los intereses, los deseos y la voluntad de los municipios y la ciudadanía. La mayoría social y sindical ha exigido en innumerables ocasiones la paralización del TAV, pero las distintas administraciones continúan haciendo oídos sordos. Con la decisión de comenzar las obras, tanto el estado español como el Gobierno Vasco, una vez más, han optado por la política de hechos consumados y la imposición.
¡Hay mil razones! ¡Paremos el TAV! 10 de junio Manifestación en Donostia A las 17:30 desde Anoeta