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GRUPO TEATRAL “PROSOPON ET IUS”. “PROSOPON ET IUS”. Vida y Obra
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GRUPO TEATRAL “PROSOPON ET IUS”
“PROSOPON ET IUS” Vida y Obra “Prosopon et Ius” (“Máscaras y Leyes”), nace en el año 1.990, con la pieza “¡Educación, qué problema!”, de creación colectiva, bajo la dirección de Carlos Danez y la producción de José Guzmán, presentada para el 1er. Congreso de Educación para Adultos realizado en las instalaciones de “San Javier del Valle” en Mérida y luego, en los espacios de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad de Los Andes. En los repartos de Prosopon et Ius siempre se acoplaron los esfuerzos de empleados, profesores, siendo la matriz el núcleo estudiantil, todos de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad de Los Andes. Allí, comienza de manera espontánea y necesaria, un teatro universitario. “La Asamblea de las Mujeres”, del autor griego Aristófanes, fue el segundo trabajo presentado para el año 1.991, participando en la I Bienal Nacional de Teatro realizada en la ciudad de Mérida, ejecutando presentaciones en el patio del Rectorado, en el Teatro “César Rengifo” y en el patio de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Un año después exactamente, en el Teatro “César Rengifo”, el grupo logra poner en escena un tercer trabajo: “Julio César”, del autor inglés William Shakespeare. Esto sucede en junio del año 1.992.
Los Caballeros” de Aristófanes, es el cuarto trabajo del grupo teatral de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, en junio de 1.993. Esta logró aceptación y éxito en sus presentaciones, tanto en el patio central de dicha facultad, como en el patio de la Facultad de Odontología. En 1.994, once meses de trabajo, dedicación, esfuerzo y voluntad tienen como recompensa justa, el triunfo de la obra que rompió con diez años de apatía e indiferencia hacia el teatro en general representado en Mérida: “Lisístrata” de Aristófanes. En sus cuatro temporadas de presentación en noviembre de 1.994, enero, febrero y junio de 1.995, colmó los espacios del Teatro “César Rengifo” batiendo todos los récords de taquilla. Sin embargo, apenas logramos presentarnos fuera de ésta capital en la ciudad de El Vigía en diciembre de 1.995, en el Auditorio del Centro Cultural “MarianoPicón Salas”.
El siguiente proyecto: “Las Aves” de Aristófanes se presenta en el Teatro “César Rengifo”, en noviembre de 1.996 y junio 1.997, recibiendo la misma acogida por el público que la pieza anterior. Es necesario destacar el apoyo valiosísimo de la DIGECEZ-ULA, que nos alquiló un galpón para poder ensayar ésta pieza, siendo la única vez en nuestros once años de actividad artística, que hemos podido contar con un local para ejecutar los ensayos. En noviembre de 1.998, la agrupación continua cosechando triunfos, con la puesta en escena de una obra de preciosismo mágico y la participación de casi veinte actores, representando” Sueño de una noche de verano”, de William Shakespeare. El Grupo Teatral “Prosopon et Ius” se ha especializado en el montaje de éstos dos autores clásicos (Aristófanes y William Shakespeare), por considerar que su función académica es inquirir en el por qué de las ciencias (las ciencias jurídicas y políticas) que estructuran el espíritu de nuestra sociedad. En el caso de Aristófanes, hemos trabajado con los textos del griego antiguo adecuándolos al español dándole matices de localismo. Dos años después, nos proponemos asumir “Macbeth”, de William Shakespeare. Este es nuestro reto en los años 2.000 y 2.001, porque estamos dispuestos a dejar sembrada la semilla del teatro universitario, como un teatro estudiantil de gran calidad, capaz de representar dignamente a nuestra Alma Mater en cualquier escenario, batiendo las fronteras idiomáticas y culturales, a favor del reconocimiento del colectivo cultural de la Universidad de Los Andes. Sólo nos resta expresar nuestro agradecimiento al sempiterno juez de la buena actuación: el público, que con sus aplausos y críticas nos ha hecho crecer y madurar como agrupación teatral. Así, sabiendo que su satisfacción es nuestro trabajo, nuestro orgullo es y será siempre su apoyo.
El siguiente proyecto: “Las Aves” de Aristófanes se presenta en el Teatro “César Rengifo”, en noviembre de 1.996 y junio 1.997, recibiendo la misma acogida por el público que la pieza anterior. Es necesario destacar el apoyo valiosísimo de la DIGECEZ-ULA, que nos alquiló un galpón para poder ensayar ésta pieza, siendo la única vez en nuestros once años de actividad artística, que hemos podido contar con un local para ejecutar los ensayos. En noviembre de 1.998, la agrupación continua cosechando triunfos, con la puesta en escena de una obra de preciosismo mágico y la participación de casi veinte actores, representando” Sueño de una noche de verano”, de William Shakespeare. El Grupo Teatral “Prosopon et Ius” se ha especializado en el montaje de éstos dos autores clásicos (Aristófanes y William Shakespeare), por considerar que su función académica es inquirir en el por qué de las ciencias (las ciencias jurídicas y políticas) que estructuran el espíritu de nuestra sociedad. En el caso de Aristófanes, hemos trabajado con los textos del griego antiguo adecuándolos al español dándole matices de localismo. Dos años después, nos proponemos asumir “Macbeth”, de William Shakespeare. Este es nuestro reto en los años 2.000 y 2.001, porque estamos dispuestos a dejar sembrada la semilla del teatro universitario, como un teatro estudiantil de gran calidad, capaz de representar dignamente a nuestra Alma Mater en cualquier escenario, batiendo las fronteras idiomáticas y culturales, a favor del reconocimiento del colectivo cultural de la Universidad de Los Andes. Sólo nos resta expresar nuestro agradecimiento al sempiterno juez de la buena actuación: el público, que con sus aplausos y críticas nos ha hecho crecer y madurar como agrupación teatral. Así, sabiendo que su satisfacción es nuestro trabajo, nuestro orgullo es y será siempre su apoyo.
“MACBETH” O LA PATAFÍSICA DEL PODER
RESEÑA HISTÓRICA MACBETH. (C. 1.005- 1.057), REY DE ESCOCIA (1.040-1.057). FUE JEFE MILITAR AL SERVICIO DEL REY DUNCAN I Y CONDE DE MORAY. TRAS ASESINAR A DUNCAN EN 1.040, RECLAMÓ EL REINO Y LO GOBERNÓ DURANTE DIECISIETE PRÓSPEROS AÑOS. EL HIJO DE DUNCAN, MALCOM CANMORE, QUE SE CONVERTIRÍA MÁS TARDE EN REY DE ESCOCIA (MALCOM III), MATÓ A MACBETH EN 1.057 EN EL TRANSCURSO DE LA BATALLA DE LUMPHANAN. MACBETH, EL DRAMA DE SHAKESPEARE, ESCRITA EN CINCO ACTOS, ESTÁ INSPIRADA EN EPISODIOS DE LA VIDA DE ESTE PERSONAJE HISTÓRICO. ACASO REPRESENTADA YA EN 1.606, LA OBRA FUE IMPRESA POR VEZ PRIMERA EN LA EDICIÓN DE LAS OBRAS DE SHAKESPEARE PUBLICADA EN 1.623.
LA PRINCIPAL FUENTE UTILIZADA POR EL DRAMATURGO FUE CRÓNICAS DE INGLATERRA, ESCOCIA E IRLANDA (1.577) DEL CRONISTA INGLÉS RAPHAEL HOLINSHED. ESTE DRAMA CONSTITUYE UN ESTUDIO DETALLADO, PERSPICAZ Y AGUDO DE LA AMBICIÓN HUMANA. LA OBRA OFRECE, CON LOS PERSONAJES DE MACBETH Y SU ESPOSA LADY MACBETH, DOS PAPELES LLENOS DE FUERZA CUYA INTERPRETACIÓN SE HA CONSIDERADO MUY ATRACTIVA PARA TODOS LOS GRANDES ACTORES DEL MUNDO Y HA SIDO BASE DEL LIBRETO DE LA ÓPERA MACBETH (1.847) DE GIUSEPPE VERDI.
Lineamientos para una adecuación itinerante deMACBETH de William ShakespeareQuizás la más profunda y espantosa de las piezas teatrales de este misterioso inglés. En ella desnuda el mal en su extensión escatológica.Poder, sangre y esterilidad pugnan con intensa y magnánima concupiscencia, tejiendo en torno a ella una leyenda de maldiciones (ver anexo) y despertando especial interés en escritores de la talla de Víctor Hugo, Thomas De Quincey y Jorge Luis Borges. El espectador tendrá garantizado un viaje a lo más oscuro de su inconsciente y conocerá las horribles tendencias que por humano le pertenecen, pero que por ser civilizado reprime o al menos disimula. Es por esa razón que preferimos representar esta obra en un ambiente más intimo, para un público poco numeroso, a corta distancia del escenario, donde la concepción filosófica claro-oscuro de Leonardo Da Vinci es desarrollada en el proceso de puesta en escena, mediante una iluminación de velas y luces comunes para espacios no convencionales, lo que a su vez facilitará el carácter itinerante de nuestra creación. Equivocadamente Oscar Wilde, asume la defensa de una concepción arqueológica en los montajes de Shakespeare. Debemos decir que este isabelino llegó a burlarse del orden cronológico de la historia, insertando en sus textos, elementos culturales completamente desfasados; no sólo en el sentido de época, sino en el plano geográfico, por ejemplo: vemos en “Timón de Atenas” que en la Grecia de Pericles un bufón renacentista hace las veces de un cínico; o en “Sueños de una noche de verano”, un dios hindú como Oberón, reina en los bosques ingleses.
En el rito los objetos están cargados de significados, así lo señala el dramaturgo venezolano Edilio Peña al conceptuar lo que el mismo ha llamado “el objeto pretexto”. Los objetos forman parte del hilo conductor de la puesta en escena así como del drama, expresando lo que el lenguaje verbal no logra hacer por sus limitaciones. Igual sucede con las actuaciones, pues éstas deben decir algo más allá del texto. Los actores, como lo señalara Antonin Artaud procurarán, por medio de las emociones, descender más profundo que la razón para desentrañar la esencia de las cosas. Es evidente que al representar Macbeth en un idioma diferente al original nos encontramos en condiciones de inferioridad por estar en cada idioma determinado, un modo de comprensión diferente del mundo. Sin embargo nos atrevemos a puntualizar que en nuestra noción itinerante de la pieza nos hemos propuesto desafiar la barrera del idioma. Puede parecer pedante, pero un actor, al igual que un pintor al captar el arcano de la realidad representada (como lo señalara Van Gogh inspirado por Shakespeare) y alcanza un nivel de universalidad en su obra. Así es que el público de lengua extranjera, conociendo el contenido de la pieza previamente, podrá disfrutar de nuestro montaje artístico.
Procuramos que nuestras actuaciones permeables a las emociones sean lo más natural posible. Sin embargo están presentes los elementos guiñolescos que Alfred Jarry descubrió en esta pieza cuando concibió su Ubú Rey. ¿Es Macbeth un drama patafísico? Es un gesto caricaturesco, una dramática exageración. El deseo del Poder, sus estériles consecuencias y la supresión total de la bondad humana. En nuestra preposición, la caricatura se dibuja desde lo espectral. Así como Rembrandt crea el color desde las sombras, desde esas sombras abrimos en el espacio escénico, una dimensión donde Eros y Tanatos unifican su naturaleza en un furioso paroxismo, retomando características del teatro de la crueldad. Nuestra proposición está sustentada en el actor como único protagonista de lo que sucede en escena. Es el representante de cuatro o cinco personajes y nunca semejantes a sí mismo. El actor ha de manejar también las luces y la música. Para este montaje intervino en la Dirección y en los diseños. De esta manera nuestra proposición tiene como norte dignificar el trabajo del actor universitario.
En el Londres de finales del siglo dieciséis y principios del siglo diecisiete, los teatros de quedaban fuera de la ciudad, en la ribera izquierda del Río Támesis, sus escenarios eran pequeños y los espectadores que se sentaban, lo hacían muy cerca del escenario, así Macbeth debió abrirse paso entre la gente. No había telones ni grandes escenografías por lo que la ambientación, las entradas y salidas de actores no se encuentran contenidas en los textos de Shakespeare, dejando todo ello a la imaginación del espectador. Es por eso que hemos concebido la posibilidad de representar en un pequeño escenario la gran batalla del mal y el hombre, evitando, como en aquellos tiempos, los intervalos, creando una narración escénica en procura de los silencios que el texto sugiere al edificar su poética. Sólo hacemos un breve intermedio para que el público pueda digerir la intensa profundidad del drama. Como ya se mencionó, en los textos originales, los cuales Shakespeare nunca se ocupó de publicar, no existe ninguna acotación escenográfica, la situación donde se desarrollaba la escena fue agregada por los editores posteriormente. Así es que poco importa cómo era el bosque de Birman, lo importante es que avanzaba hacia el Castillo de Dunsinane. Lo irracional y sus sombras festejan con las hechiceras al Dios del Teatro. El orden histórico con Shakespeare lo alteramos. Macbeth en realidad fue un rey cristiano y piadoso de 1054, pero Shakespeare debía, en nombre del protestantismo inglés, trastocar a este héroe irlandés. En el teatro todo se trastoca y se hace tornasolado para tejer su propia fábula, así como es el texto también es la puesta: un rito creativo.
En el propio Macbeth las referencias temporales y los hechos nada tienen que ver con el suceso histórico original ocurrido en Escocia durante la baja Edad Media. Lo que le importaba a Shakespeare era el sentido esencial, lo demás son pretextos teatrales para crear la magia en las tablas. Prosopon et Ius toma esta licencia shakesperiana de libertad creativa, haciendo uso lúdico de los pretextos “macbethianos” para urdir en la trama directa, la esencialidad de Macbeth. De esta manera nos propusimos crear una adecuación, respetando el sentido poético original de los textos fundamentales de la pieza, salvándolos inclusive de las malas traducciones. Sintetizamos acciones, escenarios y número de personajes. También trastocamos levemente algunos episodios de la trama original en función de la síntesis. En la época shakesperiana el público iba al teatro a pasar largo tiempo, recordemos que durante las representaciones en el Globo hasta se comía y bebía. Hoy en día, los medios de comunicación imponen otro sentido a la temporalidad en el desarrollo de los espectáculos. Podemos decir que la atención del público fluctúa ávida de novedades sensoriales que la atrapen dándole menos importancia a la poética de los parlamentos, que requieren ser captados por una atención dirigida por el mismo espectador. Esto no quiere decir que Shakespeare no haya empleado efectos en sus puestas, sino que la voluntad del público estaba más dispuesta a escuchar por largo tiempo la interpretación de aquellos actores. Nada podemos saber hoy, con objetividad, de la calidad representativa de esos actores. Lo cierto es que hoy en día vemos como la extensión de las piezas de este dramaturgo inglés es un verdadero problema para los directores y actores. Entonces encontramos a Lawrence Olivier o Elizabeth Taylor recitando parlamentos importantes en acciones colaterales como subir escaleras o cabalgatas, acciones que sólo se ejecutan para evadir la verdadera atmósfera del texto. Pero peor es encontrarnos en América o Europa, adaptaciones hechas a punta de tijera y sobre la marcha del montaje. Prosopon et Ius en su adaptación se ha propuesto abordar su atmósfera patológica donde lo sobrenatural, producto del determinismo filosófico del texto, conecta a través del sentido orgiástico y amoral del ser humano con la totalidad, perdiendo éste su individualidad. Nuestra adecuación entonces está signada por un sentido ritualista de la escena.
Reflexión para actuar en “Macbeth”. Desde la oscuridad del inconsciente, una vez consumado el crimen, la culpa golpea las puertas del infierno para dar paso a este drama que ficcionamos en tres épocas: a) la historia referencial en el siglo once; b) en el siglo XVII cuando se escribió y se representó por primera vez. Quizás habría que tomar la referencia del siglo XVI en Irlanda e Inglaterra cuando disputaron el poder, dos mujeres que determinarían el reinado de Jacobo VI, a quién Shakespeare dedica Macbeth. Ellas fueron la madre de Jacobo, María Estuardo Reina de Escocia; y su prometida Isabel I Reina de Inglaterra; c) y en los años dos mil y dos mil uno, cuando será representada por nosotros. Al crimen le agrada la noche, por lo que en éstas tres épocas nos ilustran en un espacio tenebroso salpicado de sangre, ... una breve sonata; tal vez sea ésa la impresión temporal de un designio intemporal marcado por la obsesión del Poder, en su estado más primigenio y femenino, es decir “feminus”, falto de fe, negando todas las normas que son dictaminadas por la luz solar. Entonces, Lady Macbeth toma la palabra para pronunciar el frenesí de Hécate y sus brujas. Esta intensidad no decae durante toda la pieza, obligando a los actores que la asumen, confrontarse consigo mismo, salvando en sí y de sí, lo oscuro, lo sórdido y el graznido que se desconoce. Si no lo logran, la pieza fracasará y la maldición tendrá lugar. Con plena conciencia de estar en un valle desconocido, en la oscuridad “esperamos lo inesperado”[1]. La enigmática profundidad de ésta pieza, trasciende nuestra racionalidad; y tanto espectadores como actores, estamos signados por su extraña pasión, es el trance orgiástico de una música cruel. Sólo nos pertenece el desvarío y la pesadilla. Entonces, haremos de esta fatal carencia de fe un poema escénico que logrará, sin dudas, detener el tiempo interior mientras dure la representación.[1] Heráclito: (”...pues quién busca lo inesperado jamás lo hallará.”) Reflexión para actuar en “Macbeth”. Desde la oscuridad del inconsciente, una vez consumado el crimen, la culpa golpea las puertas del infierno para dar paso a este drama que ficcionamos en tres épocas: a) la historia referencial en el siglo once; b) en el siglo XVII cuando se escribió y se representó por primera vez. Quizás habría que tomar la referencia del siglo XVI en Irlanda e Inglaterra cuando disputaron el poder, dos mujeres que determinarían el reinado de Jacobo VI, a quién Shakespeare dedica Macbeth. Ellas fueron la madre de Jacobo, María Estuardo Reina de Escocia; y su prometida Isabel I Reina de Inglaterra; c) y en los años dos mil y dos mil uno, cuando será representada por nosotros. Al crimen le agrada la noche, por lo que en éstas tres épocas nos ilustran en un espacio tenebroso salpicado de sangre, ... una breve sonata; tal vez sea ésa la impresión temporal de un designio intemporal marcado por la obsesión del Poder, en su estado más primigenio y femenino, es decir “feminus”, falto de fe, negando todas las normas que son dictaminadas por la luz solar. Entonces, Lady Macbeth toma la palabra para pronunciar el frenesí de Hécate y sus brujas. Esta intensidad no decae durante toda la pieza, obligando a los actores que la asumen, confrontarse consigo mismo, salvando en sí y de sí, lo oscuro, lo sórdido y el graznido que se desconoce. Si no lo logran, la pieza fracasará y la maldición tendrá lugar. Con plena conciencia de estar en un valle desconocido, en la oscuridad “esperamos lo inesperado”[1]. La enigmática profundidad de ésta pieza, trasciende nuestra racionalidad; y tanto espectadores como actores, estamos signados por su extraña pasión, es el trance orgiástico de una música cruel. Sólo nos pertenece el desvarío y la pesadilla. Entonces, haremos de esta fatal carencia de fe un poema escénico que logrará, sin dudas, detener el tiempo interior mientras dure la representación. Heráclito: (”...pues quién busca lo inesperado jamás lo hallará.”)
Actuales integrantes del grupo “Prosopon et Ius”: Carlos Danez, Carmen Acevedo, Irantzú Bastardo, Mariebe Calderón, Wilmer Díaz y Edgar Vásquez.
GRUPO TEATRAL “PROSOPON ET IUS” FUNDADO EN 1.990. UNIVERSIDAD DE LOS ANDES FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLÍTICAS. FACULTAD DE ARQUITECTURA Y ARTE. MÉRIDA, ESTADO MÉRIDA, VENEZUELA. 2.000.