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Iglesia Cristiana Luz de Cristo. Predicando la Palabra de Dios. La Guerra Espiritual. La Guerra Espiritual. Los enemigos del cristiano. Nuestra Carne El Mundo Satanás. La Guerra Espiritual. ENEMIGO 3: EL DIABLO.
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Iglesia Cristiana Luz de Cristo Predicando la Palabra de Dios
La Guerra Espiritual Los enemigos del cristiano Nuestra Carne El Mundo Satanás
La Guerra Espiritual ENEMIGO 3: EL DIABLO La Palabra nos revela que tenemos un poderoso enemigo que día y noche nos acusa delante de Dios (Ap 12:10) (Ap 12:10) Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
La Guerra Espiritual ENEMIGO 3: EL DIABLO El tercer enemigo del cristiano es Satanás, el cual es nombrado en la Palabra de Dios, bajo diferentes nombres. Satanás: significa el adversario, diablo, engañador. Es un ángel caído con poderes extraordinario. También es llamado Beelzebú, serpiente antigua, el dragón y diablo.
La Guerra Espiritual ENEMIGO 3: EL DIABLO El objetivo número uno de satanás es nuestra mente. El campo de batalla donde se desarrollan todas nuestras batallas es la mente, es por esto que toda la armadura de Dios apunta a proteger nuestra mente. Satanás trata incesantemente de que no conozcamos la verdad de Jesucristo. Este es un trabajo que ha ejercido desde el principio, siendo llamado el padre de la mentira y el engaño (Jn 8:44). (Jn 8:44) Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
La Guerra Espiritual ENEMIGO 3: EL DIABLO El segundo ataque es contra la Biblia. Al estar en contra de la verdad, es lógico pensar que también está en contra de la Palabra de Dios, que sumada toda es la verdad. Es por ello que levanta tradiciones y personas engañosas que falsamente tienen revelaciones que contradicen la Palabra de Dios. Esta fue la obra que hizo cuando engaño a Eva, haciéndole creer que había otra verdad diferente a la verdad de Dios. (Col 2:8) Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
La Guerra Espiritual (Jn 8:42) Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. 43) ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. 44) Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. ENEMIGO 3: EL DIABLO La Biblia es radical, ella nos enseña que para Dios no hay términos intermedios. En ella encontramos diferentes contrastes: luz o tinieblas, bueno o malo, vida y muerte, cielo e infierno, eres hijo de Dios o eres hijo del diablo (Jn8:42-44)
La Guerra Espiritual ENEMIGO 3: EL DIABLO (1Ti 6:3) Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, 4) está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, 5) disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales. El cristiano tiene que aprender a discernir su estado mental delante de Dios. Constantemente debemos auto examinar nuestra mente, para saber cuáles pensamientos son de Dios y cuáles no. Jesucristo quiere que la paz de Dios gobierne nuestros corazones (Col 3:15). Satanás empieza su obra en las personas haciéndolas dudar de la Palabra de Dios, luego continua su obra de destrucción esclavizándolos en el pecado, finalmente, después de haberle atrapado en su engaño, los conduce a la muerte (Jn 10:10).
La Guerra Espiritual ENEMIGO 3: EL DIABLO OPERACIÓN DIABOLICA EN LOS TIEMPOS DE LA IGLESIA PRIMITIVA Ahora vamos a ver algunos casos bíblicos, donde la Palabra nos revela la operación del maligno, después de la ascensión de Jesús.
La Guerra Espiritual ENEMIGO 3: EL DIABLO OPERACIÓN DIABOLICA EN LOS TIEMPOS DE LA IGLESIA PRIMITIVA Caso 1: Ananías y Safira Los hipócritas terminan siendo controlados por los poderes del maligno. Los cristianos no pueden ser poseídos, pero si pueden ser invadidos por los poderes demoniacos. Ananías y Safira murieron por falta de arrepentimiento. (Hch 5:3) Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
La Guerra Espiritual ENEMIGO 3: EL DIABLO OPERACIÓN DIABOLICA EN LOS TIEMPOS DE LA IGLESIA PRIMITIVA El demonio puede entrar al cuerpo y a la mente, afectando el hígado, los riñones etc., y causar enfermedad. Satanás aprovecha el sueño espiritual para entrar a la vida del cristiano. El primer síntoma de una persona que esta siendo invadida por los poderes de Satanás es la manifestación de dos personalidades y la alteración de la conducta.
La Guerra Espiritual ENEMIGO 3: EL DIABLO OPERACIÓN DIABOLICA EN LOS TIEMPOS DE LA IGLESIA PRIMITIVA Caso 2: Multitudes de enfermos y atormentados Los espíritus inmundos atormentan, quitan la paz y el gozo. Detrás de estos síntomas esta satanás y todos sus súbditos, y solo la verdad de Cristo puede liberar de esta influencia (Jn 8:32). (Hch 5:16) Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.
(Sal 23:1) Jehová es mi pastor; nada me faltará. • (Sal 23:2) En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. • (Sal 23:3) Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. • (Sal 23:4) Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.