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Conducir en este país da miedo. Selo dice una chofer novata. Solamente vea las caras de quienes van manejando, sus gestos y maniobras en la carretera. El tico al volante suele ser osado, violento y descortés. ¿Será posible volver a manejar” como la gente?.
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Conducir en este país da miedo. Selo dice una chofer novata. Solamente vea las caras de quienes van manejando, sus gestos y maniobras en la carretera. El tico al volante suele ser osado, violento y descortés. ¿Será posible volver a manejar” como la gente? De chofer a “monstro”¡Tico al volante!No hay manual de manejo, educación o cortesía que valgan en una presa: sobreviva y aprenda a manejar el control.
“Yo tengo el poder” • Parece una frece de súper héroes, pero es lo que pasa por la mente de los conductores, según el motivador Mauricio Corrales. Es como si el carro les diera poder: cuanto más caro, grande y seguro sea el vehículo, más confiados manejan. La persona tiende a pensar que puede hacerlo todo, como por ejemplo, brincarse un alto: si lo hizo una vez, y no pasó nada, lo seguirá haciendo”, señala.
Además la ira y los disgustos del día se descargan sobre el acelerador. Esto, sumado al ruido, al calor, a la prisa y a las otras frustraciones, nos transforma de choferes a monstruos. Hay tres factores para que uno pierda el control: lucha por el poder (“no le voy a dar campo”), la impaciencia (“ si me espero voy a llegar tarde”) y el asumir riesgos sin anticipar consecuencias … “puedo brincarme el semáforo… de por si, no hay nadie”), comenta Verónica Castro psicóloga clínica.
“El tico tiende a ser retador y minimiza sus propias faltas. También tiene dificultades para anticipar consecuencias y planificar de forma saludable”, concluye Castro. Este tipo de chofer, manejando sobre una vía congestionada o en mal estado, se convierte en un legítimo peligro constante al volante.
¿Cómo lo enfrento? • No hay manera de saber con cual tipo de conductores se enfrentará usted hoy, pero prepárese para que no le arruinen el día y no convertirse usted en un malencarado más tras el parabrisas. ¿Tiene un malcriado sonando la bocina? Dé le campo. Procure salir de la ruta de quienes van manejando con una actitud violenta o descortés. No compita. ha visto que alguien le raya solamente para ir dos puestos adelante? No haga lo mismo. Desafiar a otros o “ganarles” el campo no tiene sentido.
Evite el contacto visual en el momento en que lo insultan. Ignore los gestos groseros y evite reaccionar ante ellos. Reporte de inmediato a las autoridades a quienes puedan estar bajo efectos del alcohol o que manejen de forma temeraria. También puede incorporar en su rutina estrategias relajantes, como música, un asiento cómodo o temperatura agradable; incluso, una compañía interesante le hará más llevadera la presa. Si conduce a diario un camión, un taxi o un autobús, haga descansos para estirarse y respirar.
Mauricio Corrales recomienda que, cuando estemos metidos en una presa, miremos al cielo. “Así no se va asentir atrapado y recordará que el embotellamiento no es el fin del mundo”. Finalmente: haga memoria de cuantos insultos se ganó por “jugársela”. Cambie su posición y sea cortés . Detrás de usted van sus hijos y ellos copiarán sus conductas.
L a cortesía es salud.Los choferes impacientes suelen ser afectados por. • Dolores de espalda. • Jaqueca. • Gastritis y acides. • Hemorroides. • Obesidad. • Problemas de riñones. • Estrés. • Ansiedad. • Depresión.