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Objetivos específicos. Dar el concepto de Materialismo y Panteísmo. Trazar un esbozo histórico de las ideas materialistas. Establecer la relación existente entre Materialismo y Panteísmo. INTRODUCCIÓN.
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Objetivos específicos • Dar el concepto de Materialismo y Panteísmo. • Trazar un esbozo histórico de las ideas materialistas. • Establecer la relación existente entre Materialismo y Panteísmo.
INTRODUCCIÓN • Al iniciar la reunión, explicar que el estudio será realizado a través de la técnica panel de discusión (ver Manual de Orientación). • Explicar el funcionamiento de la técnica, presentar a los panelistas y citar los temas que abordará cada uno.
MATERIALISMO Y PANTEISMO A pesar de todas las razones que por convicción conducen a la creencia que Dios existe como causa trascendente y necesaria del Universo, con los atributos de suprema inteligencia, omnipotencia, bondad y justicia perfectase infinito en todas sus perfecciones, hay hombre y siempre los hubo, que niegan la Divina existencia. Su ateísmo encubierto o sincero, que siempre es consecuencia de la arrogancia, de la presunción y del orgullo, los lleva a negar la existencia de todo Espíritu en el Universo, tanto el Espíritu Divino como el que en ellos mismos existe y es la sede de la inteligencia y la conciencia de cada uno; es decir, que niegan la existencia del alma humana como individualidad independiente de la materia corporal y a ella sobreviviente, por considerarla tan sólo como resultante de la organización cerebral altamente evolucionada del «Homo sapiens». Son ateos y materialistas, profesantes del más arraigado materialismo. 1/12
Materialismo es la doctrina filosófica según la cual, en el Universo no existe esencialmente nada más allá de la materia, increada y eterna, es decir, existente por ella misma, necesaria y suficientemente, sin interferencia de Dios. Los que la profesan son filósofos, lo que quiere decir que reflexionan acerca de los conocimientos adquiridos mediante las experiencias objetivas, las realidades visibles y palpables, que pueden ser alcanzadas por la observación directa y la experimentación sobre los movimientos universales que animan a todas las cosas; ya han llegado hasta las realidades invisibles e impalpables como los átomos, las radiaciones energéticas, las vibraciones y las ondas que se propagan a través del Cosmos, pero para todo eso no conciben nada más que un substrato material sometido a las leyes ciegas, no emanadas de una inteligencia directora y creadora. Esa concepción es muy antigua, comienza con los primeros filósofos griegos y se extiende por toda la Antigüedad Greco-Romana. Trazaremos, a continuación, un esbozo de las ideas materialistas a lo largo de la historia humana, de manera que podamos entender su significado. 2/12
El materialismo, como doctrina, enseñanza o escuela nace, prácticamente , con Tales de Mileto, en la Antigua Grecia, alrededor del siglo VI a.C.. «El materialismo de los filósofos jónicos incluye algunas tesis que llegarán a ser características de todo el materialismo posterior: 1) la filosofía debe analizar los fenómenos no por medio de mitos religiosos, sino por la observación de la realidad misma; 2) la materia, increada e indestructible, es la sustancia de la que están compuestas todas las cosas y a la cual todas se reducen; 3) la generación y la corrupción de las cosas obedecen a una necesidad sobrenatural, sino natural, no al destino sino a las leyes físicas; 4) la materia no es estática sino que se halla en constante movimiento, en permanente metamorfosis; 5) la experiencia sensible es el origen del conocimiento; 6) el alma forma parte de la naturaleza y obedece a las mimas leyes que rigen su movimiento». (02) «Para Tales la sustancia primordial es el agua, para Anaxímenes el aire y para Anaximandro la materia indeterminada. 3/12
Todos los fenómenos de la naturaleza consisten en transformaciones del mismo principio material, independientemente de cualquier interferencia divina. (...) El pensamiento consiste en decir la verdad después de haber penetrado la naturaleza y sus leyes y sabiduría consiste en vivir de acuerdo con esas leyes. (...)» (03) «»Para Anaxágoras la naturaleza está constituida por homeomerías, unidades que contienen los elementos de todas las cosas en proporciones infinitesimales. (...) Demócrito (...) sostiene que el principio de todas las cosas son los átomos. Todo lo que existe es material y la materia que constituye los átomos es cualitativamente idéntica, determinando los diferentes fenómenos de la naturaleza en función de la diversidad cuantitativa de los átomos (forma, dimensión y orden). Las transformaciones que se observan en la naturaleza consisten en asociaciones y disociaciones de átomos.» (04) 4/12
«El alma humana, constituida también por átomos, está sujeta a la descomposición y a la muerte... La naturaleza se explica por sí misma y los acontecimientos que se producen hoy, decía Demócrito, no tienen causa primera, pues preexisten de toda la eternidad en el tiempo infinito, conteniendo, sin excepción, todo lo que fue, es y será. (...)» (05) En síntesis, fueron éstas las ideas materialistas reinantes hasta el siglo XIII, existiendo en contraposición las escuelas espiritualistas– sobre todo la platónica y la neoplatónica – y aquellas que trataban de conciliar el materialismo con la teología, como la escuela aristotélica. En el extenso período que constituyó la Edad Media, el materialismo fue sufriendo algunas alteraciones, sin embargo, rechazó siempre la idea de un Creador supremo para todas las cosas. Según Francis Bacon(1561-1626), «(...) las ciencias físicas y naturales constituyen, a su entender, la verdadera ciencia... A su vez Hobbes (1588-1679) crea un sistema materialista perfectamente coherente. 5/12
Al concebir al mundo a la manera de Descartes, la geometría como paradigma del pensamiento lógico y la mecánica de Galilei como ideal de la ciencia de la naturaleza, considera al mundo como un conjunto de cuerpos materiales, definidos geométricamente por su forma y extensión. El hombre es un cuerpo, como los demás; el alma no existe y los organismos no son más que engranajes del mecanismos universal.» (06) En el período 1632-1704 vivió John Locke, quien niega las ideas innatas y afirma que todas las ideas humanas tienen origen en la experiencia. En el siglo XVIII, JulienOffroy de la Mettrie(1709-1751), filósofo sensualista, afirma que el placer y el amor propio son los únicos criterios de la vida moral y, también, que los fenómenos psíquicos son el resultado de las alteraciones orgánicas en el cerebro y en el sistema nervioso. Otro filósofo de la época, considerado el precursor ideológico de la Revolución Francesa, materialista y ateísta intransigente, defiende la tesis que todas las ideas son sensaciones provocadas por los objetos materiales 6/12
y la personalidad es producto del medio y de la educación. Ese filósofo se llamaba Claude AdrienHelvetius(1715- 1771). Como cierre del siglo XVIII, Paul Henri Dietrich (1723-1789), francés de origen alemán, consideraba al Cristianismo como contrario a la razón y a la naturaleza. Niega las ideas innatas, la existencia del alma y de Dios. Ve en el comportamiento religioso un despotismo político. (07) En el siglo XIX surge con Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895), el llamado materialismo histórico y dialéctico. Marxismo es, pues, la doctrina «... según la cual las organizaciones políticas y jurídicas, las costumbres y la religión son estrictamente determinadas por las condiciones económicas, por el estado de la industria y del comercio, de la producción y de las ventas.» (10) ¡Sólo creen en la materia! Pero no pueden dejar de ver, los materialistas, el orden que existe en el Universo, sin embargo, admiten un orden inteligente que existe sin una causa inteligente que lo preceda, que lo conciba y que a él presida. 7/12
Veamos qué nos dice Camilo Flammarion en su obra «Dios en la Naturaleza»: «(...) Finalmente, ¿a qué se reduce la negación materialista?» Si buscamos la esencia de las cosas que percibimos, de inmediato, que esas cosas no pueden ser tan absolutas como pretenden. El insensato no lo será jamás impunemente y no es tan fácil como parece sostener una convicción profunda en el ateísmo. En la mayoría de los casos, lo que ocurre es que se traslada el problema y nada más. En lugar de llamar Dios a la dirección de las fuerzas que rigen el mundo, los convencidos del ateísmo dejan de nombrarlo y en vez de atribuir a un ser inteligente la inteligencia de esas fuerzas, se la otorgan a la materia misma. Remueven, de esta forma, el problema; pero no lo resuelven, pues los hechos continúan inmutables. Niegan a Dios pero no pueden negar la fuerza. En lugar de proclamar la soberanía de esa fuerza, sólo la consideran esclava de la materia inerte. 8/12
(...) Todas las propiedades instintivas o intelectuales que nuestros adversarios no pueden dejar de atribuir a la materia, para explicar la acción de ésta, - su tendencia progresiva, su método selectivo, desde la formación del vegetal humilde hasta la de un cerebro humano -, son atributos que ellos extraen de lo Ignoto, a lo que nosotros denominamos Dios y a lo que ellos rinden homenaje al darle el nombre de materia. (...) Nos parece totalmente absurda la creencia en que el Espíritu pudiera surgir en el cerebro humano y manifestarse en las leyes del Universo, si no existiera desde toda la eternidad. (...) (08) No es sólo el materialismo el que niega a Dios y la existencia del Espíritu humano. Está también el panteísmo. Para los que profesan esa doctrina – entre los cuales sobresale la mentalidad vigorosa de Spinozza -, Dios, a pesar de ser el Ser Supremo no es un ser distinto, pues lo consideran resultante de la reunión de todas las fuerzas, de todas las inteligencias del Universo. 9/12
Se percibe fácilmente la falta de consistencia de una doctrina semejante, que si fuera verdadera derogaría los más necesarios de los atributos de Dios: ser eterno, infinito, inmutable, inmaterial, único, omnipotente, soberanamente justo y bueno. «(...) Esta doctrina – comenta Allan Kardec– hace de Dios un ser material que a pesar de estar dotado de suprema inteligencia, sería, en grande, lo que nosotros somos pequeño. Ahora bien, como la materia se transforma incesantemente, si Dios fuese así, no tendría ninguna estabilidad; se hallaría sujeto a todas las vicisitudes, incluso a todas las necesidades de la Humanidad; le faltaría uno de los atributos esenciales de la Divinidad: la inmutabilidad. No se pueden agregar las propiedades de la materia a la idea de Dios sin que quede rebajado ante nuestra comprensión y no habrá sutilezas de sofistas que lleguen a resolver el problema de su naturaleza íntima. No sabemos todo lo que Él es, pero sabemos lo que Él no puede dejar de ser y el sistema que estamos tratando está en contradicción con sus más esenciales características. 10/12
Confunde al Creador con la criatura, exactamente como lo haría quien pretendiera que una ingeniosa máquina fuera parte integrante del mecánico que la imaginó. La inteligencia de Dios se revela en sus obras como la de un pintor en su cuadro; pero las obras de Dios no son Dios, así como el cuadro no es el pintor que lo concibió y ejecutó. (...)» (01) Materialismo y panteísmo se confunden, pues, en la misma negación de Dios como el ser distinto, que es la Inteligencia Suprema y la Causa Primera del Universo. «(...) pero – escribe Camilo Flammarion en la obra citada -, aún así el ateísmo absoluto sólo puede ser una locura nominal y el Espíritu más negativista no puede, realmente, atribuir a la materia sino lo que pertenece al Espíritu, creando de tal manera un dios-materia a su imagen y semejanza. Así hemos visto desde el panteísmo místico hasta el más riguroso ateísmo, los errores humanos con respecto a la personalidad divina han podido velar o desnaturalizar la revelación del Universo, sin aniquilarla. 11/12
Nuestro Dios de la naturaleza permanece inatacable, en el seno mismo de la Naturaleza, fuerza intrínseca y universal que gobierna a cada átomo, en la formación de organismos y mundos, principio y fin de las creaciones que pasan, luz increada que brilla en el mundo invisible y hacia la cual, oscilantes, se dirigen las almas, como la aguja imantada que no reposa hasta que no se encuentra identificada con el plano del polo magnético.» (09) F I N 12/12
Ideas principales/Resumen • Materialismo – es la «doctrina según la cual toda la realidad de las cosas se reduce a la materia y a sus modificaciones.» (11) • Panteísmo – «Sistema que niega que Dios y el Universo sean realmente distintos. (...)» (12) • El materialismo fue creado por el fundador de la filosofía griega, Tales de Mileto, y tuvo además, en la Antigüedad, a Anaximandro, Anaxímenes, Leucipo, Demócrito de Adera, Epicuro, entre otros, como adeptos y seguidores. • La escuela aristotélica se destaca en la Edad Media – la cual trata de conciliar al materialismo con la teología – junto con las ideas de Galileo Galilei. • En los tiempos modernos, personas como Francis Bacon, John Locke, Descartes, La Mettrie, Helvetius, Karl Marx y otros, se destacan de los demás. • El panteísmo no está muy distante del materialismo, porque a pesar de ver a Dios como un Ser supremo, no lo considera un ser distinto sino la reunión de todas las fuerzas existentes.