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Lectio divina del Salmo dominical Domingo V de Pascua. Hch 6,1-7: Escogieron a siete hombres llenos de espíritu. Sal 32,1-2.4-5.18-19: Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. 1P 2,4-9: Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real.
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Lectio divina del Salmo dominical Domingo V de Pascua Hch 6,1-7: Escogieron a siete hombres llenos de espíritu. Sal 32,1-2.4-5.18-19: Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. 1P 2,4-9: Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real. Jn 14,1-12: Yo soy el camino y la verdad y la vida.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Aclamad, justos, al Señor,que merece la alabanza de los buenos.Dad gracias al Señor con la cítara,tocad en su honor el arpa de diez cuerdas.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Que la palabra del Señor es sincera,y todas sus acciones son leales;él ama la justicia y el derecho,y su misericordia llena la tierra.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,en los que esperan en su misericordia,para librar sus vidas de la muertey reanimarlos en tiempo de hambre.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Lectio¿Qué dice el texto? El salmo 32 es un himno de alabanza que celebra la omnipotencia de la Palabra de Dios Como todo himno consta de una introducción, de un núcleo central y de una conclusión. a) Introducción (vv. 1-3): el salmista invita a los rectos y justos a aclamar al Señor con gozo un cántico nuevo, todo ello en un ambiente festivo (con cítaras y arpas de diez cuerdas). b) Núcleo central (vv.4-19): estos versículos explican la razón de esta jubilosa alabanza, el por qué. -Porque la Palabra de Dios es creadora, toda la creación es reflejo de la fidelidad de Dios. (vv. 4-9) -Porque Dios actúa en la historia de la humanidad, dirige todos los acontecimientos, en especial el destino del Pueblo elegido (vv. 10-12). -Porque Dios no está presente únicamente en los grandes acontecimientos de la historia, sino que penetra en el corazón de cada hombre y vela sobre los detalles más pequeños de la vida cotidiana (vv. 13-15, 18-19). c) Conclusión (vv. 20-22): refuerza el tema de la esperanza y de la confianza que el Pueblo tiene en el Señor, concluyendo con una ardiente súplica: que la esperanza del Pueblo se vea coronada por la misericordia del Señor.
MeditatioLo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto. Esto es algo muy personal por ello aquí para ayudar a esta meditación relacionamos el salmo con las lecturas del domingo. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros como lo esperamos de Ti.Este bello versículo, el último del salmo 32, que nos sirve de estribillo este domingo como respuesta a la primera lectura, lo podemos ver reflejado en los labios de las viudas de lengua griega, y cómo su llamada de atención es escuchada por parte de la Comunidad. Los apóstoles, precisamente porque dan la primacía a la Palabra de Dios, saben también hacer “lectio” de los acontecimientos, y descubrir en ellos el designio de Dios. De este modo –en comunión con toda la comunidad- se da un paso importantísimo en la Iglesia: la institución del diaconado, varones encargados de la administración y servicio de caridad en la comunidad. Por este medio se da cumplimiento también a lo que cantamos en el salmo: Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre. Pues de este modo se soluciona el problema de la atención a las mesas entre los hermanos de habla griega. Con el salmista damos gracias a Dios con la cítara y tocamos en su honor el arpa de diez cuerdas porque su Palabra providente va guiando la edificación y consolidación de la incipiente comunidad de los creyentes de modo que cada uno se vaya integrando, como piedra viva en la construcción (2ª lectura). Cada uno según la gracia y el ministerio a que es llamado por el Señor y confirmado por la imposición de manos de los apóstoles y sus sucesores. Tenemos razones para cantar con fuerza el estribillo pues la misericordia del Señor la tenemos que implorar cada día, pero también con confianza porque sabemos que Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, ya ha venido y se nos ha manifestado como la Misericordia de Dios encarnada.
Oratio¿Qué me hace decirle a Dios este salmo, la liturgia de este domingo? Gracias, Señor, por tu Palabra, que cada día nos sostiene y nos guía. Palabra que es nuestro Camino, Verdad y Vida. Abre mis ojos y mi entendimiento para saber descubrirte, como los apóstoles y toda la Comunidad primitiva, en las circunstancias de mi vida, en los acontecimientos y sorpresas de cada día. Como a ellos, dame, Señor, la gracia de estar plenamente disponible ante tu Palabra y al servicio de mis hermanos.
ContemplatioMiro y me dejo mirar… En esto los Padres de la Iglesia son maestros… “Este salmo nos aconseja alegrarnos en el Señor. Pues así comienza: Alborozaos, justos, en el Señor. A los rectos, dice, conviene la alabanza. ¿Quiénes son los rectos? Los que enderezan su corazón según la voluntad de Dios. (…) A los rectos les conviene la alabanza. Aprended a dar gracias a Dios en las prosperidades y en las tribulaciones. Aprended a tener en el corazón lo que todo hombre tiene en la lengua: que sea lo que Dios quiera. El que dice esto es recto entre los que se alborozan en el Señor, a los cuales conviene la alabanza. A éstos a continuación apostrofa el salmo y dice: Confesad al Señor con la cítara y con el salterio de diez cuerdas. (…) Toca seguro la cítara. Firme en tu Dios, pulsa las cuerdas de tu corazón.” (San Agustín, Enarracionessobre los Salmos, 32, BAC 235, Madrid, 1964)
Actio¿Qué me hace vivir el Señor a partir de esta Palabra? Es el momento de la “obediencia de la Fe”… “Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí.”