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¿Qué es el dolor?. ¿Alguien habrá sufrido más que la Virgen María?. Dolores de la Virgen. José le da la espalda al saber su embarazo. Tiene que dar a luz fuera de su país y en una pesebrera. Huye a Egipto y se esconde de Herodes que quiere matar a su hijo. Y siguen los dolores ….
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¿Qué es el dolor? ¿Alguien habrá sufrido más que la Virgen María?
Dolores de la Virgen • José le da la espalda al saber su embarazo. • Tiene que dar a luz fuera de su país y en una pesebrera. • Huye a Egipto y se esconde de Herodes que quiere matar a su hijo
Y siguen los dolores … • Ella pasó un mal día aquel Viernes Santo. • Escuchó con asombro todas las burlas de los enemigos, e incluso, desde lejos observaba como castigaban y golpeaban a su hijo.
Contempló la muerte • Vivió la muerte desgarradora de su hijo en su alma. Recordando aquello “Una espada atravesará su corazón” • Es triturada por la soledad en el abandono veloz de todos los apóstoles. • Y … guardaba silencio en su corazón
Nosotros … • Estamos, a cada instante, en contacto con el sufrimiento. Un sufrimiento que notamos en las cadenas de noticias, en las carreteras, en las entradas a los hospitales, en las aceras de las calles … • Es la guerra, el terrorismo, el hambre, secuestros … • En nuestra familia vemos a familiares con enfermedades terminales, con fracasos amorosos, pérdida de capitales, robos y la desaparición de un ser querido.
Entonces … ¿Por qué Dios lo permite? • En la Sagrada Escritura se nos dice: que al crear Dios el mundo vio que todo era bueno, pero luego cuando Adán y Eva, engañados por la serpiente rompen con Dios hace posible que el sufrimiento entre en la humanidad. (Génesis 3,1-19) • Dios, a pesar de nuestra infidelidad, manda a su Hijo Jesús para redimirnos. Es Jesús quien padece una muerte terrible en la cruz. Es Jesús que nos da una lección frente al dolor de humildad y silencio. “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu”
Nuestro pan no es el dolor Pero hay que saberlo llevar Hay que soportarlo con amor. Hay que pedirle a Dios buenas espaldas para llevarlo con dignidad. No eres el único que sufres. Hay otros en peores condiciones. Saludos del Padre Marcelo