E N D
Miguel-A. “Artritis”
Un borracho, oliendo a vino por los cuatro costados, se sube a un autobús, y se sienta, con su roñoso equipaje y un diario viejo, al lado de un cura. A continuación, saca una petaca con ginebra, y se toma de un trago toda la que le quedaba. Satisfecho, agarra el diario, y se pone a leer.
Al cura, el borracho le parece un tipo repugnante, y lo ignora. Finge no verlo... como si no existiera. Y disimula la incomodidad de haberle tocado viajar a su lado, observando el paisaje a través de la ventanilla del autobús.
Pasado un rato, el borracho mira al cura, y le pregunta: - ¡Oiga, buen hombre! ¿Puede decirme qué cosas causan la artritis?. - Ciertamente -le responde el cura, molesto y en tono sarcástico-, la vida relajada, holgazanear y vagabundear, el andar frecuentando mujeres mundanas, los excesos con el alcohol, fumar demasiado, y todas esas porquerías que son pecado... - ¡Dios me libre! -exclama el borracho, volviendo otra vez tranquilamente a su lectura.
El cura, pensando en la mala contestación dada al pobre infeliz, decide disculparse: - Disculpe usted, no quise ser tan rudo -le dice en tono compasivo-. ¿Desde cuándo sufre de artritis?. - ¿Yo? ¡No! Yo nunca he padecido de artritis, padre. Sólo estaba leyendo en éste viejo diario un artículo donde se dice que el Papa padece artritis desde hace unos meses.